Felicidad y alegría son sentimientos que te pueden acercar a estados de bienestar, el Instituto Americano de Formación e Investigación, IAFI, define como felicidad al conjunto de emociones que, mantenidas en el tiempo, producen cambios en el cuerpo y en la mente, y se asocia con vivir plenamente y en buen estado de salud.

Por su importancia en la vida humana, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, en su resolución del 12 de julio de 2012, decretó el 20 de marzo el día internacional de la felicidad para reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno. En este día se efectúan un gran número de actividades con el objetivo de hacer felices a muchas personas que por diferentes motivos se encuentran en estados de tristeza y decepción, entre otros.

Así que en conmemoración al día internacional de la felicidad, a continuación nombramos algunos de los principales beneficios de reírte a carcajadas por lo menos 3 minutos al día.

Fomenta el bienestar psicológico

Reírte a carcajadas activa alrededor de 400 músculos, algunos del estómago que solo se pueden ejercitar con la risa, la cual ayuda a liberar tensiones y estrés. Expertos en psicología y neurología resaltan la importancia de carcajearte por lo menos 3 minutos al día, pues las ventajas que trae a la salud física y mental no se comparan con nada. Está comprobado científicamente que reírte de esta manera mejora el estado de ánimo e incrementa el bienestar psicológico, ya que además, liberas hormonas y neurotransmisores como la oxitocina, serotonina, dopamina y endorfinas, que juegan un papel protagonista en el estado anímico.

Disminuye el estrés

Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), reírse a menudo puede suponer hasta cuatro años y medio más de vida. En la actualidad es bastante común la famosa risoterapia o el yoga de la risa,  que ayudan  tanto a nivel mental como físico al elevar los músculos de la espalda y estirar las cervicales, puntos principales donde se acumula la mayor tensión. En el contexto laboral también ayuda en gran manera reírse, pues gracias a la liberación de dopamina, neurotransmisores asociado a la agilidad mental y a la disminución de la producción de cortisol, que son los responsables del estrés, estos pueden hacer que te sientas mucho más productivo y motivado en la realización de cada una de tus tareas.

Rejuvenece la piel y la tonifica

A diferencia de lo que muchas personas creen, la risa no es la causante de las arrugas de expresión, más bien todo lo contrario, ya que ésta ejercita los músculos de la cara y produce un efecto tonificante. Además, como se mencionó antes, al reírte mueves y ejercitas muchos músculos del cuerpo, lo que equivale a unos cuantos minutos de cualquier tipo de ejercicios físicos, y el hecho de estar feliz se refleja tanto en tu estado físico como en la apariencia.

Evita enfermedades

Los espasmos que se producen en el diafragma cuando reímos actúan como elementos fortalecedores de los pulmones y el corazón, lo que disminuye las posibilidades de sufrir algún infarto en cualquier momento de la vida. Asimismo, regula la presión sanguínea, lo que ayuda a que se limpien las arterias y refuerza el sistema inmunológico lo que hace que, la probabilidad de contraer alguna enfermedad sea menor.

Ayuda a quemar calorías

Tener una explosión de risa es parecido a una pequeña sesión de ejercicios aeróbicos para el organismo, reírse no solo favorece el funcionamiento cardíaco por aliviar tensiones, sino que permite quemar calorías y trabajar diferentes músculos del cuerpo. Mientras te ríes, los músculos abdominales se ven obligados a contraerse duramente, ya que las risas requieren de la ayuda de al menos 15 músculos faciales, que al ejercitarlos mediante el humor, ayuda a mantener la piel flexible y brillante.

Mejora la calidad de vida

La risa es capaz de mejorar el ánimo y bienestar psicológico, entre sus principales aportes a la salud destaca que estimula el sistema inmune, incrementa el umbral del dolor y es muy saludable porque acelera el ritmo cardíaco y aumenta el aporte del oxígeno al cerebro, que está íntimamente ligado al desarrollo cognitivo. Así que ser una persona risueña incide en la expectativa de vida.